Episode Transcript
[00:00:01] Speaker A: Mutación es el eco de historias que revelan cómo Cristo convierte el dolor en propósito y la prueba en testimonio.
[00:00:08] Speaker B: Porque donde hay un encuentro con Dios se producen grandes transformaciones y la vida cambia para siempre.
[00:00:15] Speaker A: Buenos días a todos. Hola Mica.
[00:00:18] Speaker B: Hola. Bienvenidos una vez más a un capítulo de Mutación.
[00:00:21] Speaker A: Hoy tenemos un invitado muy especial para Yani. Buenos días.
[00:00:26] Speaker C: Buenos días. ¿Cómo están chicos?
[00:00:28] Speaker A: Bien. Yani, contanos quién sos.
[00:00:31] Speaker C: Bien, soy Yanina Soledad, ahora soy esposa y mamá de dos pequeñitos.
Mi familia está compuesta, como le decía de mi esposo César Samir de 12 años y Arely de 9 años.
[00:00:50] Speaker A: Y hablaste que estás casada, ¿Cuándo conociste a tu esposo? ¿Hace cuántos tenía? Años. ¿Estás casada?
[00:00:58] Speaker C: Casada hace 15 años y que nos conocemos hace 21 años.
Montón, un montón.
[00:01:06] Speaker A: ¿Y cómo lo conociste a él?
[00:01:08] Speaker C: En el colegio, en la secundaria, me quedé en tercer año y ahí lo conozco.
Repetí flechazo.
Éramos amigos, muy amigos, confidentes. Él me contaba sus cosas, yo las mías, le hacía yo la pata con algunas compañeras y terminamos juntos.
Wow.
[00:01:31] Speaker A: ¿Antes en ese tiempo conocías algo de Jesús, algo de Dios?
[00:01:38] Speaker C: Mira, de chiquita fui a la iglesia no evangélica siempre la católica, me bautizaron, hice la comunión, hice la confirmación y hay una mezcla porque también iba con mi abuela a la iglesia universal, después con unos vecinos, los testigos de Jehová, entonces como que una mezcla del Dios que yo me imaginaba.
[00:02:07] Speaker B: ¿Yanni, hoy nos trae compartir con vos por cuestiones que fuiste experimentando quizás en la curiosidad o en la presión de la que te rodeabas, pero cómo empezó esos contactos con estas cuestiones más místicas, espirituales, cómo las podrías llamar vos? ¿Y a qué edad?
[00:02:29] Speaker C: Bien, haciendo memoria y pidiéndole al Espíritu Santo también que me hiciera recordar.
Creo que una atracción como que te empieza a traer el ocultismo, las cosas prohibida por decir en el mundo, te atrae mucho Y creo que todo empezó desde chiquita porque mi mamá siempre nos llevó a curar el empacho, si bien mal de ojo, algo nos dolía o nos golpeamos y había un nervio, era todo ir a la curandera, ir de chiquita empezás a ver las cosas que hay adentro, lo oscuro, las velas, las palabras, las cosas que te dan para tomar o las cosas que te dan para hacer. Entonces ahí como que se fue despertando algo, No tenía miedo.
[00:03:29] Speaker B: ¿De chiquita lo naturalizaste?
[00:03:31] Speaker C: Sí, creo que sí. Entonces como que eso me traía curiosidad y quería investigar. Me gustaba ir, incluso cuando sabía que mi mamá también llevaba a mis hermanos, me colaba, era la primera en ir.
[00:03:45] Speaker B: ¿Y recordás la primera vez o fue tan de chiquita que era algo ya cotidiano y no hubo un momento así que marcó una experiencia, no sé si traumática o que quedó ahí en la retina?
[00:03:55] Speaker C: Tengo imagen, ponele de 5 para arriba, de recordar bien el lugar cerca de la casa de mi abuela, donde vivíamos antes en Patricio.
Ahí recuerdo imagen de la primera vez que fui. De chiquita no, pero después ya hice recuerdo más grande.
[00:04:16] Speaker B: Qué está bueno marcar esto porque es algo como muy común. Por lo menos a mí también me pasaba de que mi abuela quería llevarme a curar el empacho. Tenía esa cinta métrica.
[00:04:27] Speaker C: Incluso mi mamá también curaba el empacho. No nos curaba a nosotros, pero sí le curaba a mis primos.
Nosotros creo que directamente ni siquiera nos ponía la cinta, sino que directamente nos tocaba la panza así y ya está.
Vos la veías porque empezaba a erudar así como a repetir cosas y.
Y esas cosas así.
[00:04:54] Speaker B: A lo que voy era que eran cuestiones como sencillas, no era nada místico y un ritual que involucrara vela y oscuridad, sino que una práctica sencilla, entre comillas, como curar un empacho. Por ahí te llevan un curandero para alguna llaga, un ceste, me acuerdo.
Uno lo va naturalizando. Pero eso fue generando en vos un interés, una curiosidad más profunda. Y cómo fuiste abriendo la puerta a eso.
[00:05:22] Speaker C: Quiero resaltar esto.
Mi familia de parte de mi mamá, viene toda la parte con el tema del ocultismo. Allá en Santiago del Estero se practicaba mucho, no sé ahora, pero se practica mucho esto del ocultismo. Y toda la familia de mi mamá es de Santiago del Estero. Y en el pueblito donde ella vivía, todo se manejaba así. Todo se manejaba así. Entonces ella ya lo traía muy también naturalizado en su vida. Entonces hacerlo con nosotros estaba bien.
[00:05:53] Speaker A: Claro. No es que estaba haciendo algo mal.
[00:05:56] Speaker C: Para ella, lo estaba haciendo bien. Incluso un paréntesis, cuando mi hermano se enferma, mi mamá no acude a Dios, mi mamá acude a esto, esto, lo que se movía, y acude al San Jorge, a esto, aquello. Llevarlo a todos lados, mi hermano, para que se curara y no pasó.
[00:06:17] Speaker A: ¿Tenés un hermano fallecido? Sí, el que falleció.
[00:06:20] Speaker C: Él empezó con convulsiones, y bueno, mi mamá quería sanarlo de todas formas, y no había.
No había poder. Eso es en el momento, pero después vuelve y creo que bueno, esto se fue como produciendo más curiosidad en mí. En esto de ir. Nosotros íbamos al cementerio, y en esto de ir al cementerio, nunca tuve miedo al cementerio, al contrario, me traía mucha atracción el cementerio. Me traía mucha atracción las velas, mirar las tumbas abrir y fijarme qué es lo que había, que lo que no había.
No tenía miedo. No tenía miedo, Me atraía mucho. Creo que Me atraía mucho.
[00:07:06] Speaker A: ¿Ibas al cementerio para?
[00:07:10] Speaker C: A visitar a las tías. Sí, a las tías, a visitarlas. Entre paréntesis, en ese tiempo era visitarla y no traían. Tenía miedo. Pero cuando yo realmente empiezo a meterme es entre los diecisiete, dieciocho, diecinueve, hasta que me casé, hasta los veintidós. Ahí sí empecé y empezó todo.
Yo trabajaba en el comercio, y bueno, en el comercio se maneja todo eso para mí, en las partes que yo me he manejado, el trabajar la plata, trabajar el lugar para que entre, para limpiar aún para que se vaya gente, se manejó todo eso.
Yo trabajaba en el comercio, en la Ituzaingo, me acuerdo. En ese entonces había una señora que alquilaba el lugar, y yo trabajaba ahí adentro para otra persona que alquilaba a esta misma señora.
Y bueno, y ella era. No sé si vive, no sé si está viva.
Ella era hija de un caderón, que en la secta ellos le dicen la religión Umbandá, es uno de la potestad más grande, un rango más grande. Están los pai, están los Mai, y está el caderón. El caderón ya tenía siete espíritus en el bajado. Y es como que tenía autoridad en.
[00:08:40] Speaker B: Su lugar mandaba, era hacer algunas preguntas, quizás de.
De desconocimiento, que sería espíritu bajado, porque mientras más tengo, más poder, más autoridad.
[00:08:54] Speaker C: Si cada cuerpo podía bajar hasta siete espíritus.
Entonces si él ya tenía los siete espíritus, ya tenía un rango bastante importante en el mundo espiritual.
Tenía mucho poder.
[00:09:10] Speaker A: ¿Y los Umbanda es la secta? Es la secta, es una secta del mundo de la oscuridad.
Y ahí hay rangos.
¿Esta mujer tenía un hijo?
[00:09:25] Speaker C: No, ella era hija del hombre que manejaba esto. ¿Bien o era el de acá de Buenos Aires?
[00:09:31] Speaker B: ¿Vos sabías ya eso o después te fuiste enterando?
[00:09:34] Speaker C: No, yo me fui enterando.
[00:09:36] Speaker A: Pero vos ya estabas metida en este.
[00:09:38] Speaker C: Estaba metida en el lugar, no en el mundo esto del ocultismo no estaba metida todavía.
Tenía esto de chiquita que me atraía, que por ahí también veía cosas, sentía cosas, pero nunca me había metido de la forma que me metí después grande.
Bueno, entramos a ese lugar a trabajar y yo veía algo curioso en ella, que limpiaba, regaba flores, perfume a la plata, la velita, tenía como su oración entre comillas, a la mañana, cuando abría, cuando cerraba, entonces eso me despertaba curiosidad. Y con el círculo de las empleadas que ella tenía, yo empecé a preguntarle, preguntar, y ahí me empecé a enterar de lo que ella hacía y adónde estaba involucrada. Y de una forma u otra entré. Quise ser una más de las empleadas, porque todas las empleadas, todas las empleadas que ella tenía, tenían que sí o sí pasar. Ella tenía esto, si bien uno tiene que presentar el currículum para entrar en trabajo, pero en el currículum te estudiaba todo con su papá, pasaba el currículum a su papá y de ahí te estudiaban todo y ahí ellos veían si te contrataban o no te contrataba.
[00:10:54] Speaker A: Ahora cuando decís entre que te predican como él, o sea, te dicen che, estoy en una sec. Te cuentan y te dicen venet.
[00:11:03] Speaker C: Te dicen secreto, ellos te dicen una religión, ellos te dice.
Incluso no te van a decir que esto es de demonio, que es espiritual, siempre te van a decir que es de Dios, que para el bien tuyo, para que te vaya bien, para las malas ondas, sacar todo de tu vida, para conseguir algo, siempre te van a decir eso, nunca te van a ir por el otro lado porque te asusta.
[00:11:33] Speaker B: ¿Qué conllevó empezar a formar parte?
¿Cuáles fueron los primeros pasos?
[00:11:39] Speaker C: Yo empecé con la limpieza, con la limpieza de las malas energías, empecé.
Recuerdo que me pidió rosas, pétalos de colores, un perfume dulce caro, sidra y una esencia. Y ellos lo mezclan todo y después te bañaban, no sé, vos te ponías en una pileta, en un lugar y ellos te bañaban. Y empecé con eso, empecé con la limpieza y bueno, después preguntándole cosas, averiguando cosas, viendo ellos no te dicen, por ejemplo, uno entiende que es una posesión, que son espíritus que poseen a los cuerpos, en realidad está la persona así sentada como estamos nosotros, y después ellos hacen una oración, un grito en una esquinita y baja este espíritu que lo posea la persona, y vos ya te sentás a hablar con el espíritu que te empieza a decir y lo que vos querés saber.
[00:12:48] Speaker A: Ahora vos sos consciente que es un espíritu, no que es esa persona.
Hoy te das cuenta.
[00:12:53] Speaker C: ¿Era consciente en ese momento?
Sí, sí, porque no era la persona. Claro, cambiaba todo, cambiaba su forma de hablar, cambiaba su forma de sentarse, cambiaba su vestimenta, cambiaba todo, no es que era la misma persona, te das cuenta que era alguien diferente.
[00:13:15] Speaker A: ¿Y seguías sin tener miedo a esas cosas?
[00:13:19] Speaker C: No, no le tenía miedo, me atraía, me atraía mucho.
[00:13:24] Speaker A: ¿Y qué generaba eso cuando vivías esas experiencias, además de la atracción, pero qué generaba en tu corazón en algún momento sentías como peso?
Sentías que. ¿No sé qué sentías?
[00:13:40] Speaker C: Lo único que yo quería en ese momento y sentía es que por algo que yo empecé, más allá de la limpieza, siempre quise en la preguntita, la protección y la seguridad para mi familia.
Siempre tuve el peso, hasta el Señor me hizo libre después de conocerlo también el peso de la carga de llevar mi familia, de que no le faltara nada, que tuvieran esa protección y que siempre tuvieran lo que necesitaran, siempre tuve esa carga, entonces una de las cosas que siempre le pedí a ellos es que mi papá y mi mamá y a mis hermanos no les faltara nada. No le faltara nada, e incluso una de las cosas que hice fue llevarlo a la casa de mis padres y que limpiaran la casa a este padre.
Sí, sí, sí. Y ahí fue lo peor que pude haber hecho.
Pero sí.
[00:14:36] Speaker B: Llegaste a experimentar estos espíritus en el sentido de decir si, hay que limpiarlo, porque estas limpiezas a percibir, más que experimentar esto que ellos transmitían de por qué era necesario hacer una limpieza, ¿Lo percibías o lo repetías?
¿Se entiende mi pregunta es decir, bueno, lo hago porque ellos me dicen que lo haga para tal cosa, o vos te das cuenta que había algo raro para limpiar?
[00:15:07] Speaker C: Siempre de chiquita sentía mucho esto de las comparaciones y la envidia y los celos de mi prima y sentía como que no me iba bien, entonces como que sí había algo negativo y no me iba bien, incluso como te digo, venía de mi papá nos abandonó, con mi mamá venía haber sufrido cosas, abuso y entonces como que puedo decir que más todo me va mal.
Venía de la relación con el César que no venía bien porque estábamos dos semanas, nos peleábamos tres, entonces como que veías que no te iba bien. No te iba bien y a pesar de que trabajabas no podías tener cosas que querías tener, entonces algo está pasando, entonces yo veía que mi vida, mi contorno no me estaba yendo bien, entonces.
[00:16:07] Speaker B: Buscaba estar mejor y experimentaba el cambio.
¿Lograste conseguir mejorías en lo que deseabas?
[00:16:16] Speaker C: Que no.
[00:16:19] Speaker B: ¿Y por qué seguías?
[00:16:22] Speaker C: Porque pensaba que en algún momento iba a cambiar todo.
No, no.
[00:16:29] Speaker B: Y en esto de que en algún momento iba a cambiar todo, cada vez ibas probando con mayor profundidad para decir bueno, quizás si me involucro más lo consigo ¿Cómo es que vas metiendo o adentrándote más en este mundo?
[00:16:47] Speaker C: Sí bien yo después de haber visto que ellos bajaban el cuerpo y te decían cosas, yo ya empecé después a pedir cosas y en eso del pedir, hacer lo que ellos me pedían, llegué no tan solo a comprarle lo que yo, porque cada vez que un espíritu bajaba en un cuerpo nosotros teníamos que tenerle a ellos como su ofrenda, todo preparado y teníamos que tener la mejor bebida, era whisky, era fresita, era navano, eran cigarrillos caros, eran velas de colores, entonces teníamos que tenerle todo preparado y por qué no un regalo caro también de hacerle entonces bueno, nosotros le dábamos, ellos nos pedían también, ellos también pedían cositas, entonces bueno, esto de ir hasta el cementerio por ejemplo y prender una vela.
¿Prender una vela, decir una oración por decir, prender una vela para que te concedieran lo que vos le estabas pidiendo ir al centro del cementerio, me acuerdo patente, ir al cementerio San Jerónimo, era uno de los más cerca que teníamos acá en el centro, íbamos ahí en un horario que no había mucha gente, entrábamos, íbamos hasta la punta del cementerio y prendíamos la vela, decíamos lo que teníamos que decir y no veníamos o una vez por ejemplo llevarle comida y cómo enterraban el pollo?
Hacer cosas y enterrar el pollo, cosas así bien.
[00:18:33] Speaker B: Y estas prácticas que ibas realizando, cada vez era mayor lo que te pedían o que lo que te demandaban.
¿Ahora, en eso que me decía de los niveles, vos empezaste a hacer como una carrera?
[00:18:52] Speaker C: No, no llegué porque vuelvo a repetir Efesios 1.4 El Señor me guardó, yo estaba por ir, ellos decían todo esto detalle, no una de las personas, no el caderón, el que tenía ahí el rango más grande, sino uno de los pai se había enamorado de mí.
Entonces es como que me quería sí o sí llevar a Buenos Aires.
[00:19:25] Speaker B: ¿Por qué Buenos Aires? Quizás estaría bueno explicar un poquito por qué Buenos Aires.
[00:19:29] Speaker C: Porque el padre venía acá a Córdoba, a la casa de la chica.
Pero ellos estaban en Buenos Aires. Todo se manejaba desde allá.
[00:19:38] Speaker A: Todo en la secta.
[00:19:39] Speaker C: Sí, en Buenos Aires ellos venían solamente a hacerle trabajo, porque la chica juntaba gente.
En una de esas estaba yo, hacía los trabajos acá, podíamos hablar, podíamos esto y después ellos regresaban.
Entonces eran de Buenos Aires y uno de ellos que me pretendía por decir, y quería que me fuera. Y en esto de querer que me fuera, y creo que esto se veía, esto de que veían esa atracción que a mí yo tenía con esto lo oculto.
Ellos me dicen a mí que había un espíritu gitana que quería bajar en mi cuerpo.
[00:20:18] Speaker B: El primer espíritu.
[00:20:19] Speaker C: Claro, sería el primer. Era una mai gitana que quería bajar en mi cuerpo.
Entonces yo tenía que ir para allá, tenía que viajar para Buenos Aires y tenía que hacer todo el ritual que tenía que hacer. Pero antes, antes yo tengo una oportunidad de viajar a Buenos Aires con la patrona, porque después pasa a ser mi patrona. Ella, el patrón que yo estaba en ese local cierra y yo termino siendo empleada de la dueña del local completo.
Entonces viajo con ella a un ritual que había.
Y fue lo más sobrenatural, como decía la pregunta. Eso fue para mí muy sobrenatural, porque si bien yo veía tres nomás que se bajaban espíritu y cambiaban su forma de hablar, su forma de vestir, ahí había cualquier cantidad de gente. Había cualquier cantidad de gente, sí. Recuerdo que el lugar era muy oscuro.
Muy oscuro. No había luz para nada. Era muy oscuro, a la vez hacía como luz rojas, muchas velas.
Había muchas estatuas de las que pude haber visto y conocido y de las que no conozco. Había muchas estatuas, La gente muy desfigurada, deformada, porque cada espíritu que bajaba tenía sus cosas.
No todos son derechitos No todos hablan el mismo idioma de uno. Había un montón de idiomas que se hablaba.
La gente se torcía, veía gente que estaba como víbora.
Era muy, muy sobrenatural. Muy sobrenatural. Eran los mismos demonios, como son.
[00:22:01] Speaker A: Claro.
[00:22:02] Speaker C: Ya no había filtro.
[00:22:04] Speaker B: Y en esos ritos qué se buscaba, la gente asistía.
[00:22:07] Speaker C: Era una celebración.
[00:22:09] Speaker B: Era una fiesta.
[00:22:10] Speaker C: Recuerdo que era una celebración y recuerdo el hombre este, el calderón, esta persona.
No sé si deben haber visto el episodio de Súper Libro, cuando muestra el diablo.
[00:22:24] Speaker A: No lo hemos visto.
[00:22:27] Speaker C: De Súper Libro de los pequeños.
Bueno, ahí es la imagen del diablo, todo rojo, grandote, así.
Literal.
Literal, Literal. Solamente con la cara más ancha, una voz gruesa.
Era así. Era. Verlo ahí. Sí me daba miedo verlo a él. Sí, me dio miedo. Me dio como algo.
Wow.
[00:22:50] Speaker A: Eso fue en una de tus visitas a Buenas Aires y aún así dijiste quiero continuar en esto.
[00:22:56] Speaker C: Sí, estaba decidida. Incluso yo ya había hablado con mi mamá. Yo me iba, iba, iba Buenos Aires.
Mi mamá me decía primero que estaba loca.
No entendía, no entendía. Pero es como que mi mamá confiaba mucho en mí.
Si, ella me veía segura, me veía bien. Ella estaba bien, ella estaba tranquila.
Entonces ella como que.
[00:23:22] Speaker A: Y para esto tenías que estudiar algo, tenías que leer algo.
Simplemente eran experiencias.
[00:23:28] Speaker C: Creo que. No sé qué es lo que iba a hacer allá, Creo. Para mí debe haber sido.
Habría que hacer un sacrificio o algo.
[00:23:37] Speaker B: Bien. Y entonces esto funcionaba.
Si no entendí mal, vos el contacto era porque necesitaba algo. Lo pedías, te pedían algo a cambio y hacían el rito, la oración, como para recibir lo que vos pretendías. Hasta ahí era una cuestión de consumo.
Por lo que nos hiciste personal, el próximo paso era formar parte y convertirse quizás en los que dan.
Así lo entendí bien. Y ahí adentro funcionaba por rangos también.
Eso lo lograste comprender como el más grande, el caderón y todo era por rango y todo le rendían cuentas a él. ¿Cómo era adentro? ¿Llegaste a tener noción de cómo funcionaba la estructura de una secta, una religión?
[00:24:29] Speaker C: Así todos y todo le rendían cuenta a él y no podían hacer ciertas cosas que no fueran consultadas por él.
Es como que tenían que ser supervisado por él antes de hacer algo.
Si, era algo más complicado, más groso. Cosas sencillas. Sí, pero depende. Para mí depende del rango que tenía cada uno y lo que podía llegar a ser.
[00:24:54] Speaker A: Bueno, dicen que el diablo es muy imitador de toda la estructura que Dios en su origen ha dado, o sea, no me sorprende que lo que en la palabra y en la luz Dios de alguna manera nos dice que hagamos, que él la quiere imitar, solo que pervirtiendo todo esto de los rangos. Ahora te pregunto, cuando te proponen esto de. ¿Del espíritu gitano, no sé bien específicamente cómo era, pero te sentiste como honrada de decir, ay, me eligen para esto?
[00:25:29] Speaker C: ¿Sí, creo que vi esto, decir voy a poder hacer algo? Bueno, yo creía y lo primero que se me vino esto de la protección a mis papás, mi mamá y a mis hermanos.
[00:25:41] Speaker A: Bueno, un momento, dijiste, fue lo peor que hice cuando dijiste pedir la protección para mi familia, porque.
¿Por qué pensás eso?
[00:25:49] Speaker C: Porque cuando yo decido yo iba a viajar, yo tenía todo preparado, yo tenía mi valija preparada para viajar, y esa noche anterior yo estaba peleada con el César, y el César me cita para hablar y sabía que yo me iba a ir, porque yo le conté, porque él andaba buscando a la valija entonces, y él me decía ¿Para qué buscabas al hija? Que me enteré de que esto, la cuestión que él me cita y él se pone a hablar, si bien él conoció al señor de chiquito, iba a la escuelita, y mi suegra siempre le habla de Dios, siempre le hablaba de Dios, entonces él en esa noche empezó a hablarme de Dios, sin tener noción él como tiene hoy de las cosas del Señor, empezó a hablarme de Dios, me empezó a decir ¿Cómo vas a dejar tu mamá, cómo vas a dejar tu papá, a tus hermanos?
Dios no quiere esto para vos, estas cosas no están bien, y empezó a decirme un montón de cosas, y en eso que me dijo, me despertó una duda a mí de no querer ir, y fui y me acosté, pero yo seguí meditando en lo que él me había dicho, y en esto, al otro día yo me despierto y yo no me voy, no me voy, no me voy, no me voy.
Y en eso no me voy, agarro el teléfono y les llamo y le digo que yo no me iba.
Ahí empezó el infierno en mi casa, porque mi papá empieza a verlo, empieza a verla, esta persona empezó a ver cosas en la casa y tenía miedo, tenía miedo de estar ahí, y me veía a mí, es como que me veía a mí, veía el diablo como que andate. Como que yo era la culpable de lo que él estaba viviendo, porque yo lo había llevado ahí.
[00:27:36] Speaker A: Claro.
[00:27:37] Speaker C: Y yo cuando tomé esa decisión, a mí se me cierran las puertas de todos lados.
Se me cierra la puerta del trabajo, me echan del trabajo. Empezaron a decir cosas que no eran. Mis amigas de ahí, del Círculo, del mismo comercio también no me querían ni ver. Mi mamá, que era una mamá súper protectora, re con nosotros, me miraba y parecía una extraña. Lo único que mamá pensaba en lo que estaba pasando y viviendo mi papá. Entonces, como que todas las puertas de la casa y de todo mi entorno no me quería ver ni en figuritas.
Todo se me cerraba para que yo me fuera.
Para que yo me fuera. La única salida que yo tenía era viajar a Buenos Aires. Claro.
[00:28:21] Speaker A: Viajar a Buenos Aires de repente se convirtió en vos. Tu escape.
[00:28:24] Speaker C: Exactamente.
Tu única salida. Era mi única salida, porque era los únicos que no me cerraban la puerta. Pero aún así era. No, no, no, no, no. Y la pasé mucho tiempo que viví toda esa situación adentro de casa.
No tenía trabajo, no tenía nada.
[00:28:41] Speaker A: Porque vos te das cuenta de que eso venía de todo.
[00:28:45] Speaker C: Y ahí fue cuando empecé a ver.
Ahí fue cuando empecé a ver que no era lo que yo pensaba.
Fue algo como que César me habló de Dios, me dijo unas cosas y a mí se me empezó una duda.
Duda, duda, duda, duda. Y bueno, después dije que no. Y después cuando dije que no y empecé todo lo que se movía, dije ¿A dónde me metí?
¿Qué hice?
¿Qué hice? Fue lo que dije.
[00:29:13] Speaker B: Porque hasta ese momento no eras consciente de nada. Nunca sentiste peligros, nunca sentiste miedo. ¿Alguna vez sentiste algo incómodo?
¿Aún a pesar de cuando fuiste esa celebración y viste cosas fuertes, espirituales, nunca la sensación de frío, de miedo, de vacío o esto es raro? Nada, era como. Estaba bien. Hasta ese momento nunca vi.
[00:29:37] Speaker C: Después de salir de ahí, cuando vi al Calderón convertido, ahí fue cuando se despertó algo como que.
Como diciendo ah, no es lo que pensaba. ¿Dónde estabas metiendo?
Porque entre todo, cuando ellos bajaban en la casa de esta chica, cuando hacían esos rituales, si bien la persona cambiaba su voz, cambiaba su cuerpo, si era un hombre, se vestía de mujer, porque bajaba un espíritu gitana y hablaba como mujer y tenías que darle la ropa y todo. Pero no había visto de la dimensión que había visto en Buenos Aires, que ya estaban todos desfigurados.
[00:30:17] Speaker B: Bien. Un paréntesis, cuando era el bajar, el demonio le llamaban bajar, era la posesión de la persona y eso involucraba un ritual.
[00:30:27] Speaker C: Antes, para invocarlo ellos, la misma persona empezaba a danzar y a cantar, tomaba alcohol con el cigarrillo y asistaba en unos segundos, unos minutos y bajaba. Lo poseía el espíritu.
[00:30:46] Speaker B: Ahora, estas personas que formaban parte, cuando vos las veías en lo diario, normales.
[00:30:52] Speaker C: Ellos podían decirte, viste como un vidente decirte tírate los caracoles, trabajar mucho con los caracoles, con la borra del café, lo que tomaba con el nombre, con los nombres, lo escribía en un papel y también.
Pero cuando bajaba, cuando el espíritu lo poseía y ya era otra persona.
[00:31:11] Speaker B: Y ahí si te das cuenta y percibías el cambio del ambiente, todo.
Cierro el paréntesis entonces, a partir de esa fiesta celebración, Sí.
[00:31:22] Speaker C: Sentiste acá veía que no era tan inocente la cosa, no era tan así nomás.
[00:31:30] Speaker A: Claro.
[00:31:30] Speaker B: Bien. Y cuando chueco César te habla, sentiste de nuevo ahí una inquietud, una duda, pero todavía no estaba convencido. Y qué te llevó a decir no voy, o sea, ¿Por qué a la mañana siguiente dijiste no voy? Por esa semilla de duda, creo, porque.
[00:31:49] Speaker C: Tocó la parte de la familia, como te decía recién. Para mí fue cuando el Señor también me mostró en los caminos del Señor, entender que yo tenía que cortar esa ligadura de que yo no era el papá ni de mi papá, ni de mi mamá, ni de mis hermanos.
Esa ligadura que yo tenía con ellos aún de saber que yo no iba a estar para cuidarlo o para estar ahí pendiente de ello, creo que fue el punto que César me tocó de mi debilidad para que yo entrara en sí y me quedara.
Eso fue.
[00:32:24] Speaker B: Y ahí se desata el caos, la lucha, la opresión, se te cierran puertas, te tuviste que ir a tu casa, qué me dias tú.
[00:32:32] Speaker C: No, yo le dije a mi mamá que si ellos seguían así, yo me mataba.
[00:32:38] Speaker B: Te segregaban, te separaban, no te daban lugar, no te hablaban.
[00:32:41] Speaker C: Ya le dije a mi mamá, si ustedes siguen así, yo me mato. Yo me mato. Le yo me mato porque yo no voy a ir, no voy a ir. Y me sentía sola, me sentía sola.
[00:32:53] Speaker A: Y además, te pregunto, además de sentirte sola, sentías también una cuestión espiritual vos, de decir. Aparte que me siento con opresión.
[00:33:02] Speaker C: Sí me oprimían todo el día.
Sentía todo el día, literal. Estaba en casa.
Sentía que estaba en casa, lo veía en casa. Si bien mi papá lo veía todo el tiempo, yo lo veía en casa.
[00:33:21] Speaker B: ¿Qué veías?
[00:33:22] Speaker C: ¿Al ladrón, al caderón? No, al pai.
Al que me pretendía enamorado de ella.
[00:33:29] Speaker B: Dijo que tenías un espíritu gitano.
[00:33:31] Speaker C: Sí, él. El que se movía dentro de la casa de mis papás.
Él es el que iba a visitar la casa de mi papá.
[00:33:39] Speaker B: Y empezaron a ocurrir ya cosas sobrenaturalmente sobrenatural, como por ejemplo, la luz se cortaba, se movían las cosas.
[00:33:48] Speaker C: Mi papá te lo.
[00:33:49] Speaker B: Quiero que lo materialicemos por ahí, porque si has estado viendo algo, pueda darse cuenta también de que lo que.
[00:33:55] Speaker C: Quien más lo percibía de estas cosas que se movían y que sentía, era mi papá.
Mi papá hasta lo veía él en el garage, porque en ese entonces teníamos el garage, y ahí donde había sido el trabajo, que ya habían limpiado, habían tirado humo, habían dicho palabra y todo. Entonces como que mi papá tenía hasta miedo de ir en garage, porque lo veía, lo veía, y en mi caso era verlo en mi pieza. Era hasta esto comentaba hace un rato, de sentirlo encima mío.
[00:34:31] Speaker A: Era como que te estaba persiguiendo de alguna manera a vos y a toda tu familia.
[00:34:37] Speaker B: Quizás había hecho alguna cuestión pacto, una invocación como para entrelazar tu alma.
[00:34:45] Speaker C: Creo que sí.
Sí, sí, sí. Incluso esto le decía que todo se había cerrado para irme, no que solamente ellos fueran mi escapatoria, porque en algún.
[00:34:59] Speaker B: Punto hay que forjar, hay que forzar. Digo, la voluntad no era por obligación, sino tenías que dar la autorización vos. Voy y ahí estabas entregando tu voluntad, pero hasta ahí vos no habías quebrado la voluntad propia de ceder. Entonces creo que te estaban acercando para que diera el.
[00:35:17] Speaker C: Sí, sí, sí.
Estaban oprimiendo de todos lados. Pero no entendí, fui dura de cabeza, porque después de poder. De haber salido de ese lugar.
De haber salido de ese lugar y de ver de dónde Dios en su gracia, aún no conociéndolo, me libró.
Después fui y me metí en otro lugar, no de la misma dimensión de esto, pero después salgo de ese trabajo, vuelvo a conseguir otro trabajo y es como que. Viste cuando esto de que se ligan, bueno, así es como que el diablo también conocía mi debilidad y a donde yo iba a caer estaba esa atracción.
Estaba trabajando en un bar y al frente del bar había un canillito que vendía los diarios y hacía trabajos.
Y hacía trabajo también para conseguir, para hacer cosas.
Ahí ya fui a otro grado porque ahí es cuando ya lo hago trabajar al César en todo esto.
[00:36:28] Speaker B: ¿En pareja con él?
[00:36:30] Speaker C: Sí, ya estaba, estaba de nuevo con él porque nosotros éramos. Iban y ven los pequeños nacieron después.
[00:36:36] Speaker B: De conocer el seño, o sea estaban de novio.
[00:36:40] Speaker C: Si, bien ahí en eso del noviazgo hubo embarazo, pero hubo pérdidas.
Hubo tres pérdidas, así que Dios sabe también por qué, pero no estábamos solo.
[00:36:57] Speaker B: Entonces estabas en este bar y empezaste a involucrarte de nuevo.
[00:37:04] Speaker A: ¿Habías pasado, tu papá te decía no, ya ni basta o no sabía nada?
[00:37:09] Speaker C: No, no sabía nada de eso.
[00:37:11] Speaker B: Fue más callada en una cuestión más privada.
[00:37:14] Speaker C: Sí, sí, yo creo que si no me sacaban ellos de la casa.
[00:37:20] Speaker B: Y esto empezó a avanzar de nuevo. ¿Hasta qué punto llegó? ¿Te llegaste a involucrar de nuevo?
[00:37:26] Speaker C: Llegué hasta el punto de hacerlo trabajar el César.
[00:37:30] Speaker B: ¿Qué significa eso?
[00:37:31] Speaker A: Claro, sí, porque creo que no es lo que estamos interpretando.
[00:37:36] Speaker C: No hice un trabajo porque César en ese entonces tenía sus andadas y yo me enteraba y en eso de sus andadas yo dije si él no está conmigo, no está con nadie.
Entonces yo le hice un trabajo a él para que no pudiera estar con ninguna persona.
[00:37:53] Speaker A: Claro, no es que lo hizo trabajar, sino que le hizo un trabajo.
[00:37:59] Speaker B: Entonces te involucraste, pero siempre pidiendo trabajo, no ya queriendo ser la que hace los pedidos, los trabajos, sino te involucraba para pedirle cosas. OK. ¿Y hasta qué punto llegaste decir bueno, basta? ¿Cómo fue que tocaste fondo? Pensé que había sido lo anterior. ¿Pero qué fue el desencadenante de no quiero saber más con esto o encontraste la salida en Cristo?
[00:38:29] Speaker C: Creo que me aparto ese lugar cuando me caso, porque cuando yo me caso yo corto todo ese vínculo con todas esas personas.
Yo el momento que me casé no empecé a trabajar afuera como trabajaba antes yo de los 15-16, yo empecé a trabajar en el comercio, en las ferias, trabajaba los fines de semana y después que terminé el secundario ya trabajaba todos los días. Entonces como que todo ese círculo donde me manejaba me llevaba a hacer todo eso. Y cuando me caso en el 2010, ahí como que me aparto.
[00:39:08] Speaker B: ¿Entonces funcionaban los trabajos que le hacías a César?
[00:39:11] Speaker C: Sí, sí, sí.
[00:39:14] Speaker B: ¿Y te casaste por eso?
[00:39:15] Speaker C: No, yo no lo hago trabajar para que se quedara conmigo, yo lo hago trabajar para que no pudiera. Para que sufra estar con ninguna mujer en la cama así.
[00:39:26] Speaker A: Claro, claro.
[00:39:28] Speaker B: Bien.
[00:39:28] Speaker C: Y él no podía.
[00:39:30] Speaker B: ¿Y él viene a vos, digamos, vuelve su relación? Vuelve.
[00:39:35] Speaker A: Cuando él vuelve.
[00:39:37] Speaker C: Cuando él vuelve yo le digo si, seguimos, seguimos con algo serio.
Entonces fue el casamiento.
[00:39:46] Speaker B: Pero claro, esto del casamiento, ¿Anhelabas un casamiento? ¿Era una cuestión para cumplir con tu papá o fue como bueno, me caso porque con esto por lo menos tengo algo legal? ¿Cuál era tu imagen o concepto de matrimonio?
[00:40:02] Speaker C: Creía que iba a cambiar con el.
[00:40:03] Speaker A: Casamiento, porque si de repente la persona que. Que te casas, vos tenés que hacer un trabajo para que te sea fiel, es como re loco que te quieras casar igual.
[00:40:14] Speaker C: Sí, incluso él después me confesó que se casó sin amarme, sin quererme, sin nada. Se casó por casar, porque fue una.
[00:40:22] Speaker A: Presión, porque no le queda. Pero él sabía antes de casarse que vos le habías hecho ese trabajo. Después se enteró, dice que él siempre.
[00:40:31] Speaker C: Nos cuenta que cuando él quería estar con alguien se daba cuenta que yo algo le había hecho porque él ya sabía en lo que yo me había metido antes.
[00:40:40] Speaker A: Claro, claro. ¿Y bien, cuando te casas, dejas todo ese ambiente?
[00:40:46] Speaker C: Y dejo el ambiente ahí, pero voy con mi suegra a ciertos lugares.
[00:40:51] Speaker B: Había una inclinación muy marcada.
[00:40:54] Speaker C: Mi suegra también visitaba lugares frecuentes. Eso. Pero no con esa trascendencia de los umbandas, sino ahora sí el árbol, el.
[00:41:03] Speaker A: Enemigo, como bueno, te metió de lleno, no pudo, siguió con el cernillista, no pudo. Tu suegra ya no había como. Cada vez más cerca de tu vida.
Entonces ibas con tu suegra, visitabas brujos.
[00:41:21] Speaker C: Brujo, brujo.
Y yo la acompañé a mi suegra no hacía nada, solo la acompañaba, la veía y bueno, ella venía y hacía lo que le decían que tenía que hacer. Pero después, si bien yo me caso en el 2010, mi suegra fallece, yo me caso en enero, mi suegra fallece en febrero.
Fue ahí nomás.
Y en ese lapso, bueno, hubo discusión, hubo separación con el César, surgieron cosas.
Pero en el mayo del 2010, el 26 de mayo del 2010, yo tengo un encuentro con el Señor. Entonces como que ahí no fue mucho el tiempo de casados, ahí nomás yo conozco el Señor. Entonces ahí ya hubo el corte, pero.
[00:42:14] Speaker A: ¿Y cómo fue ese encuentro? ¿Cómo llegaste?
[00:42:16] Speaker C: Yo iba con mi suegra a la iglesia, iba con ella, íbamos los sábados, las reuniones eran los sábados y después volvíamos, seguíamos haciendo la nuestra.
Pero bueno, uno iba y escuchaba, escuchaba, escuchaba, escuchaba. No tomaba la decisión por el Señor, pero escuchaba y entendía que estaba haciendo mal. Y un 26 de mayo, después de un 25, de haber peleado hasta el cansancio con el César, me acuerdo el 26 de mayo, ponerme en los pies de la cama, prender un CD, la tele, me acuerdo ese entonces era un CD y una canción de Jesús Adrián Romero, Vengo a adorar.
Y ahí quedé quebrada y ahí entendí como que empezaron a ver mis imágenes de todas las cosas que yo había hecho y entender que todo lo que había hecho estaba mal. Y empezar a pedir perdón al Señor y confesar, confesar, confesar. Y ahí fue un antes y un después.
[00:43:14] Speaker B: ¿Y qué te llevó a caer de rodillas? ¿Cómo entendiste que Dios era la solución?
¿Por qué dijiste?
[00:43:24] Speaker C: Porque todo lo que escuchaba, porque en eso de mi oración, yo entendí esto de que esto no es lo que me están enseñando, porque si bien iba a las reuniones femeninas, iba a algunas reuniones de los cultos, pero no es lo que yo estaba escuchando, yo estaba haciendo todo lo contrario en mi relación, en mi matrimonio, con lo demás, estaba haciendo todo lo contrario.
Entonces creo que fue un momento de lucidez y entendí que lo que estaba haciendo estaba mal, no podía estar parada, había algo que me tiraba al piso, me tiraba al piso. Era una rendición.
Yo creo que ahí entendí que me tenía que rendir el Señor.
[00:44:06] Speaker B: Sí, ese día fue un antes y un después.
¿Y cómo fue el día siguiente? ¿Cómo empezar, ¿Cómo llega el Evangelio a la familia?
[00:44:18] Speaker C: Yo me acosté, me acuerdo, me quedé sola ese día, ya estaba casada, pero el César salía, todavía tenía sus andadas.
Yo hago esa oración, termino de hacer la oración y me acosté a dormir.
Y al otro día me levanté y parecía una lechuga.
Todo el peso que yo cargaba en mi espalda, no lo sentí, no lo sentí. Y ahí empezó él dice, yo no recuerdo ese cambio, pero él así que yo no contestaba mal, hablaba diferente, no me ponía nerviosa. Yo era de las que si él hacía algo, yo revoleaba todo.
Él entraba y yo ya le estaba tirando con lo que encontraba. Y él seguía haciendo sus cosas. Y esa tranquilidad y esa pasividad que tenía cuando él llegaba, eso a él le empezó a dar curiosidad y quería experimentar esa paz.
[00:45:17] Speaker A: Yanni, en esto que vos entregas tu vida a Cristo, ¿Qué pasa con todo lo que practicabas de ocultismo?
[00:45:28] Speaker C: Porque fue un proceso la liberación.
[00:45:33] Speaker A: ¿Vos pudiste hablar con alguien de la iglesia, por ejemplo?
Yo estuve metida en esto.
[00:45:37] Speaker C: Sí, Ale. Y Ale me acompañó en el proceso de esta liberación.
Fue con Ale. Fue con Ale. Y entendiendo también cositas, cositas. Al ser nuevita, uno no dimensiona todo esto de lo espiritual. Fue un proceso.
Fue un proceso.
Incluso creo que hay cosas que hay que seguir sanando y liberando la vida de uno.
[00:46:05] Speaker A: ¿Y César cuándo llega Cristo?
[00:46:08] Speaker C: Y César, como te decía, el de chiquito fue a la escuelita, pero él dice que un encuentro lo tuvo después grande, a los veintidós, veintitrés.
¿Que entendió realmente?
[00:46:23] Speaker A: ¿Cuando los dos entienden, coinciden en esto de caminar al lado del Señor?
¿Qué cambian en ustedes en tu casa o incluso te digo, tus padres, ¿Qué decían cuando de repente vieron esta transformación en vos?
[00:46:41] Speaker C: Para mi papá creo que hará dos, tres años que recién ellos están entendiendo.
Es como que primero estábamos locos, nos lavaron la cabeza, estábamos locos. Ya no podían entender de ciertas cosas que uno era parte o practicaba o se amoldaba en el circo de la familia. Después no se hiciera. Para ella era raro, incluso era una ofensa que no hiciera ciertas cosas.
[00:47:09] Speaker B: Yanni, y todo este tiempo que estuviste viviendo oprimida, cuando quisiste dejar, no formar parte en realidad de los Uganda, más todos los trabajos que fuiste abriendo puertas, la opresión siguió estando hasta ese día que te convertiste, recibiste Cristo, la opresión, la persecución, la cuestión que pasaran cosas en tu casa.
[00:47:36] Speaker C: Ahí, estando en la casa de mi mamá y mi papá, no sé si siguió pasando algo más.
Nunca me lo volvió a decir. Mi papá y mi mamá si tuvimos la etapa donde es como que conmigo se relajaron y lo bombardearon el César por las noches, en los sueños. César no podía dormirse porque lo atacan en los sueños de noche.
Había quedado a un lado y fueron al César.
[00:48:09] Speaker B: ¿Y con Cristo sentiste un alivio en la opresión?
[00:48:16] Speaker C: He tenido muchos sueños a donde el diablo literal, literal, diablo es como que quiere amedrentar, intimidarte y muchas luchas espirituales en sueño, en muchas situaciones y muchas luchas en sueño, así en lo literal, en la vida de todos los días cotidianos, no más decir una prueba, una lucha, pero en sueño es como que me bombardea mal.
[00:48:46] Speaker B: Bueno, de alguna manera está conectado el plano espiritual ahí, la opresión y Dios te ha dado la libertad también de poder forjar una familia y tener hijos en la gracia de Dios. Y hoy habiendo pasado tanto tiempo, ese mundo que tanto te atraía o en el cual buscabas respuestas, buscabas beneficios o lograr lo que te apetecía por medio de trabajos, ¿Cómo lo ves hoy? No, ¿Cuál es tu concepto respecto a eso?
[00:49:13] Speaker C: No, no me atrae para nada, o sea sé dónde estuve metida, no me atrae, no le tengo miedo tampoco, pero sí le tengo un respeto.
Sí tengo un respeto, sí sé que hay atrás de eso, entonces ahí, ahí nomás.
[00:49:33] Speaker A: ¿Y qué le dirías a alguien que está hoy en incursionando metida o con esta curiosidad de este mundo?
[00:49:43] Speaker C: Que todo es mentira.
Que todo es mentira, porque en realidad como te decía, ellos te brindan una cosa, te muestran una cosa, es una pantalla y después te das cuenta que no es así, que es mucho más profundo y hay mucha oscuridad.
Que busquen la verdad, como yo conocí la verdad y la verdad me hizo libre, me abrió los ojos porque no era lo que ellos te mostraban, no era lo que ellos te querían ofrecer.
[00:50:17] Speaker A: Vos en todo este relato que estamos, toda esta entrevista, dijiste cositas así que fui rescatando de que te querías tirar matar bajo un camión si pasaba, que engaños con César, mucha presión, tristeza.
¿Hoy cómo es la Yani de hoy?
[00:50:43] Speaker C: Hoy entiendo que tengo un propósito, que Dios me creó con un propósito, más allá de todo lo que he tenido que vivir y cómo uno creció y las cosas que tuvo que que pasar, entender que Dios no quiso que eso pasara, Dios no quiere que uno sufra, Dios no quiere que un padre te abandone, Dios no quiere que pases por abuso, Dios no quiere que te meta al ocultismo, pero bueno, de todo eso es mostrar que Cristo existe, que Jesús vino a este mundo, que murió en una cruz por amor a mí y por amor a todos y Esto de decir la sangre de Cristo está tibia para aquellos que se quieren arrepentir de todo lo que hace y aceptar al Señor como su Señor y su Salvador.
Esto de decir no sé, yo la verdad que veo la cruz y yo me conmuevo, porque yo sé de dónde Dios me sacó, yo sé que me saco de la misma oscuridad, las mismas tinieblas, y sé también de que me sanó, de que me libertó.
Y decirle que Jesús es real, que no es un cuento, no es una historia, Él es real, que si uno dispone, como decía en Mica, la voluntad de uno de abrir su corazón y rendir, Él puede sanar. Y aquellos que capaz que por tiempo conocen al Señor y siguen atados y siguen esclavo a cosas que han vivido, aún no a cosas que han vivido, al rechazo, al abandono, a las heridas, decir con el Señor sí se puede.
Es una cuestión de uno de disponer su corazón y dejar que el Señor lo sane, dejar que el Señor los liberte, dejar que el Señor corte con cosas en su vida y seguirle a Él, poner los ojos en Cristo y seguirlo a Él.
Si uno dimensiona el sacrificio, yo creo que realmente dispone de otra forma.
[00:53:01] Speaker A: Pensar que cuando vos hacías los rituales, el demonio te pedía algo caro, pero con Cristo es al revés. No, o sea, Dios dio lo más valioso por mí, por mí, por vos, por el que está escuchando.
Qué gran diferencia que el enemigo.
[00:53:24] Speaker C: Pide.
[00:53:25] Speaker A: Lo más valioso, pero Dios da lo más valioso por amor, para rescatarnos y para que realmente vivamos en libertad, vivamos en luz, para que podamos ver las cosas como realmente son. Y Él abre nuestros ojos y sos un testimonio de eso, de del amor de Dios.
Y si hay alguien que está en este momento quizás atravesando por esto, con curiosidades de que pueda saber que no es algo simple, sencillo, es realmente un mundo real y que hay algo mucho más hermoso, mucho más liberador, que realmente salva nuestras almas, que es Cristo.
Que es Cristo.
[00:54:11] Speaker B: Por ahí me quedé con lo del principio, que al principio era curar el empacho, quizás niños juegan el juego de la copa, de la ouija y se torna algo natural, algo como una aventura, algo para divertirnos o coquetear con las cosas que se mueven, que se corta la luz y uno te agarra cierto escalofrío.
Estas cuestiones nos generan intriga, generan intriga, pero no es un juego, no es.
[00:54:42] Speaker C: Un juego, incluso nosotros hasta las procesiones de la Virgen hacíamos todo eso, ir a la virgen, dejarle algo, pedirle algo, caminar todo el agua bendita abajo de la cama, poner un vaso de agua, regar la casa con agua bendita, no.
[00:55:05] Speaker B: Es un juego y a veces hasta se cumple lo que uno quiere. De hecho en par de veces en oportunidad contaste que muchas de las cosas que buscaba se cumplieron, pero el costo muy grande. El costo es muy grande y llegó un tiempo de dolor, de pérdida al punto de que estuviste dispuesta a perder la vida, o sea el diablo demanda vidas.
Pienso que nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra principados, potestades, todas huestes de maldad, pero saber que en Cristo hay victoria, tranquilos que yo vencido el mundo y en la cruz como dijiste, la sangre de Cristo que está tibia es porque es símbolo de que venció todo ese mundo de tinieblas, de hueste de maldad y en él tenemos victoria, no se puede salir solo porque entrar y es muy difícil salir.
Entonces gracias a Dios por la victoria que tenemos en Cristo. No sé Yanni, si querés dejar algún mensaje, algo más que quieras compartir que haya quedado en tu corazón respecto a todo este testimonio que has compartido y que la gracia de Dios hoy te ha dado una familia con dos hijos preciosos y que tu testimonio habla por sí solo, pero si quizás algo que quieras compartir y dejar que Dios haya puesto en tu corazón.
Somos oídos.
[00:56:18] Speaker C: Sí hay una palabra de me voy a buscar Jeremías 33 que me la tomé desde que conocí al Señor.
Así clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
Y voy a saltar 6 he aquí que yo les traeré sanidad y medicina, y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad Y haré volver los cautivos de Judá y los cautivos de Israel y los restableceré como el principio, como el diseño que él tenía para nosotros y los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí. Perdonaré todos sus pecados que contra mí pecaron y que contra mí se rebelaron.
Y me será a mí por nombre de gozo, de alabanza y de gloria entre todas las naciones de la tierra que habrán oído todo el bien que yo les hago y temerán y temblarán de todo el bien, de toda la paz que yo le haré.
Creo que esto de que hablábamos, si bien cada vida es un testimonio del Obrar del Señor, de que Dios es real, y decir gracias Señor por todo lo que pasé, aún le doy gracias porque es su Gloria la que se ve hoy en mi vida, porque es mostrar que Él es verdadero, que es real, que Él existe. Y como decías recién Él no nos pide nada, solamente un corazón rendido a Él y que le creamos, solo eso. Él no pide sacrificio, Él no pide nada, Él no pide que le llevemos, que caminemos, que nos cortemos, él no pide nada, solo un corazón quebrantado que crea en Él, que confiese con su boca, que le cree y nada más, pero que su gloria se vea.
[00:58:41] Speaker B: Gracias Jean y gracias por este tiempo. Tu historia que glorifica a Dios.
[00:58:49] Speaker A: Esto fue una producción de la Iglesia Encuentro con Dios ubicada en Malvinas Argentinas, Córdoba Capital. Si te gustó este episodio nos encontramos en Instagram como Mutu para que nos escribas y conozcas a los protagonistas.